Tarta cremosa de almendras
Base y cobertura crujiente, interior tan suave que se derrite en la boca. Y además, saludable y con todos los beneficios de la almendra, alta en grasas “buenas” y proteína vegetal.
Elaboración
Para la BASE, sus ingredientes son: 40g de harina de almendra, 60g de harina de avena, 20g de mantequilla a temperatura ambiente, 20g de crema de almendra y 20g de eritritol u otro endulzante granulado como nuestro azúcar de coco. Derretimos la mantequilla y la juntamos con el resto de ingredientes de la base formando una bolita que aplastaremos en la base del molde.
Horneamos 15’ a 180ºC y mientras tanto preparamos el RELLENO, cuyos ingredientes son: 3 yemas, 400ml de leche desnatada, 40g de crema de almendra, 2 cucharaditas de agar en polvo (si usas gelatina, hidrátala en agua fría), 1 cucharadita de maizena o arrurruz, azúcar de coco y esencia de vainilla.
Tritura en una olla todos los ingredientes del relleno (excepto la gelatina).
Calienta a fuego medio la mezcla hasta que hierva y entonces añade la gelatina hidratada o el agar en polvo. Vuelve a triturar para integrarlo bien.
Traspasa esta mezcla al molde. No es demasiado espesa pero la almendra laminada debe de poder quedarse arriba sin hundirse (textura de natillas un pelín más espesas).
Cubre con almendra laminada, luego con eritritol o azúcar de coco, y lleva al horno hasta que las almendras se tuesten un poco. Unos 8 minutos a 170 grados.
Deja enfriar hasta que la puedas refrigerar en la nevera un par de horas.
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